Para ser un buen diseñador no basta con saber utilizar los programas de edición digital, saberse de memoria el nombre de los colores o de las tipografías. Lo que hace realmente mejor a un diseñador es la experiencia generada día con día y ejecutar de manera correcta su trabajo
Ser un buen diseñador se lleva en la sangre, algunos desarrollan más su capacidad de generar contenido que otros, pero para eso existe la individualidad y los estilos gráficos. Ser un diseñador gráfico implica aprender nucas cosas todos los días, implica compromiso e implica ser honesto y responsable.Así como toda profesión requiere de una base formativa y teórica, en el caso del diseño también se necesitan otros factores, como el saber enganchar a la audiencia con su trabajo, enamorar a los clientes y sobre todo tener pasión en lo que se hace, solo así se tendría un alto nivel laboral y una carrera llena de emociones.
Nunca hay que dudar de la profesión. Ser diseñador es un reto muy grande, ya que el trabajo siempre se presta a las críticas. Pero, para sobrellevar todas estas cosas y triunfar en la industria, te recomendamos seguir estos seis trucos para ser un buen diseñador de por vida:
01. Nunca bajar el valor laboral
La mayor barrera de un diseñador es el mismo. Se pueden alcanzar resultados sorprendentes a base de experiencias y confianza en uno mismo.
02. Mantenerse actualizado
Conocer lo que está de moda y las tendencias que se aplicarán es básico para que un diseñador mantenga su nivel laboral. Asisitr a seminarios, workshops o congresos es una inversión para no arrepentirse. de igual manera asistir a cursos y aprender los nuevos programas digitales de diseño.
03. Obsesionarse con el detalle
No hacer las cosas al ahí se va nunca, lo más recomendable es comprometerse y entregar un trabajo en tiempo y forma. Justificar cada punto elegido. Si hay una característica que unifica a toda la industria del diseño es su ímpetu por la perfección y cuidado en el trabajo, ese tipo de formación nunca debe olvidarse.
04. Responsabilidad
Nunca quedar mal parado frente a un cliente y mucho menos frente al jefe. Reconocer las propias capacidades y habilidades, mantenerse abiertos al aprendizaje. Nunca mentir o prometer entregas que no se podrán cumplir. Lo mejor es ser sinceros y directos.
05. Nunca copiar el trabajo de otros, más sí inspirarse
El mundo del diseño está lleno de plagios, pero siempre se puede aprender de otros. Observar, analizar y canalizar un trabajo, pero no traspasar las líneas prohibas del robo.
06. Ser humildes
El ego puede ser un arma de dos filos. Para ser reconocido lo mejor es ser accesible, pero como decíamos, sin devaluar el propio trabajo. Nunca despegar los pies del suelo y mantenerse conscientes de los resultados positivos del trabajo, así como aceptar las criticas de quien vengan.
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